Hay veces en que notamos que hemos desperdiciado una magnífica oportunidad de callarnos. Entusiasmo, pero con prudencia.
Anécdota real que nos lleva a desear no bajar la guardia, pues el mal no está definitivamente vencido.

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Nunca conviene decir nunca

Sucedió en Alicante (felices Hogueras de San Juan), en un programa de radio. El tema era el éxito rotundo de la Operación Primavera. El entrevistador tenía al Inspector Jefe de la Policía Nacional que explicaba a los oyentes los pormenores de cómo había metido a todos los atracadores y cacos en vereda.
– Estamos seguros de que de ahora en adelante los Alicantinos gozarán de una mayor paz callejera, y bla, bla, bla – aseguraba, ufano, el Poli.
Lo cierto es que el programa siguiente, un diario hablado, se tuvo que retrasar por que el presentador había llegado tarde debido a que había sido atracado en la puerta de las oficinas. (Cosa que contó delante del comisario jefe, que todavía no se había ido).