Abrazoterapia para los niños malos

Cada uno manifiesta su cariño como puede. Y el que no lo manifiesta es que no lo tiene.
No hay que inventarse iniciativas de «te demuestro cariño». Si uno quiere a alguien, éste lo nota: tiene manifestaciones externas naturales. Asímismo, se nota externamente el rechazo. A todos nos cae gente mal desde el primer momento. Y viceversa. Pero no se debe notar, y menos si uno tiene una profesión vocacional (cura, médico, maestro, etc.) Una buena fórmula para evitarlo es buscar lo positivo de cada uno y fijarse en ello. Evitar cualquier síntoma de preferencia o reprobación en frente de los demás.

Sigue un ejemplo de naturalidad al poder en las relaciones sociales…

Fracaso de la campaña «abrazos gratis»
La campaña internacional «Abrazos Gratis», en la que activistas abrazan a desconocidos en plena calle, ha tenido una discreta acogida en su debut en China, país donde ni siquiera familiares o amigos se besan, estrechan la mano o abrazan al saludarse, informó la prensa local. Voluntarios de la ciudad de Xian (centro del país) fueron los primeros en lanzar esta campaña, a principios de esta semana, pero con muy poco éxito, pues en dos horas sólo consiguieron que diez personas se dejaran abrazar gratis, y en su mayoría niños.

Cuatro chicas y cuatro chicos, con carteles en los que anunciaban su intención de regalar abrazos, desarrollaron la campaña en la plaza central de la ciudad, donde se encuentra la célebre Torre del Tambor, pero casi nadie aceptó su propuesta. Según el diario local «Hushan Bao», muchos ciudadanos se pararon a mirar y preguntar, pero sólo unos pocos se atrevieron. Uno de los que rechazó el regalo dijo a la prensa que «abrazarse es una muestra de afecto usada por extranjeros, no por chinos. Nosotros no estamos acostumbrados a ella».

Los objetivos de la campaña en China, como en otros países donde se ha iniciado, son denunciar la frialdad de las relaciones humanas en la sociedad actual e intentar que incluso los desconocidos se muestren mayor afecto.

El organizador de la iniciativa en Xian, un hombre de 45 años apellidado Cheng, dijo que la idea de lanzar la campaña le surgió cuando leyó en el periódico un triste suceso en el que una mujer que vivía sola falleció en su casa y su cadáver no fue descubierto hasta cinco años después. «En la ciudad cada casa cierra sus puertas, no hay intercambio. Queremos con esta campaña que los vecinos se presten mayor atención y se ayuden mutuamente», destacó.

La campaña también se inició esta semana en la ciudad de Changsha (sur del país), igualmente con resultados discretos, y en Pekín, donde todavía fue peor, ya que la policía detuvo e interrogó a los voluntarios al considerar que era un evento que no había obtenido permiso municipal.