Aquí encontrarás más remedios caseros de pueblo de toda la vida, acervo de sabiduría popular y cultura de un pueblo.

ALIMENTACIÓN INFANTIL  

También pueden hacerse las llamadas «sopas recocidas», para lo que hay que dejar evaporar gran parte del agua para que espesen las sopas. Se cuecen hasta que quedan como una papilla, y puede echarse un huevo encima removiendo bien la mezcla. Estas sopas recocidas fueron antaño el principal alimento de los niños pequeños, y se preparaban con una cucharada de aceite cruda para que hicieran mejor la digestión (Saturnina Pastor Heras)

ANGINAS  

Cuando se sufría de anginas, se ponía grasa de pollo en un trapo y se colocaba alrededor del cuello (M. Cruz Hernando Lamata)

DOLOR DE CABEZA  

Se decía que el dolor de cabeza se curaba poniéndote una camisa de culebra, los hombres sobre la gorra y las mujeres encima del pañuelo (Milagros Pastor del Amo)

HINCHAZÓN DE CADÁVERES  

Para evitar que se hinchase el vientre de los cadáveres, les ponían encima unas tijeras abiertas (Milagros Pastor del Amo)

QUITAR LA CULEQUERA  

Si salían culecas varias gallinas, se dejaban las que se considerase necesarias para empollar y a las otras se les quitaba la culequera. Una de las formas de hacerlo consistía en meter la gallina de cabeza en una caldereta con agua fría varias veces. Había que hacerlo con tiento para que la gallina no se ahogase. Era nada más meterla y sacarla rápidamente. Con ello la gallina perdía el calor o temperatura. Si esta operación no daba resultado a la primera, se repetía varías veces durante los días siguientes. Otro método consistía en poner la gallina debajo de un cunacho durante tres días. Se colocaba una piedra sobre el cunacho para que no pudiera salir y no se le ponía comida. Pasado ese período se volvía a soltar al corral con el resto de las gallinas (Beatriz García Puentedura)

DOLOR DE DIENTES  

Cuando les empezaban a salir los dientes [a los niños] les dolía la barriguita. Entonces cocíamos agua con anises y se lo dábamos a chupar como si fuera un chupete (Eusebia Romero Riaguas)

DIVIESOS  

Los diviesos eran unos granos muy malos que salían y luego se infectaban. Para desinfectarlos se empleaban varios remedios, entre los que se encontraba el poner sobre el grano una hoja de curarlo todo. En tiempos más modernos también se empleaba una pomada que se llamaba Pental (Teresa Riaguas Heras)

ESCOCEDURAS  

Cuando se escocían [los niños], rascábamos las paredes. De que les lavabas, como no teníamos dinero para comprar polvos de talco, pues se rascaban las paredes y se les echaba un poco de «jalbiegue» (Matilde Riaguas Heras)