En un negocio, el que sea, también en el de Educación, si uno no concreta, no gobierna. Y las soluciones pueden llegar a ser ridículas: todo por que faltó el pequeño detalle de especificar cómo se conseguiría el objetivo.

Lee otra anécdota de Nigeria…

LOS POLLOS DE ABOABA

Concretar propósitos

En el Club Helmbridge (Lagos, Nigeria), teníamos un desagradable problema vecinal. Los frecuentes ataques de ladrones a mano armada a la vecindad nos impulsó a convocar una reunión de la comunidad de vecinos. El presidente, Sr. Aboaba, dijo que se hacía cargo de la gravedad de la situación y que trataría de poner remedio.

Todos se fueron a casa pensando que iba a presentar una propuesta. A la mañana siguiente la calle apareció rociada de sangre de pollo y de los cadáveres de una veintena de dichas aves. Un sacerdote yorubá (se llaman «Babalawo») las había sacrificado a los dioses locales para pedirles protección.

Muchos de los vecinos -nosotros incluidos- cristianos y musulmanes estaban indignados con la medida y fueron a protestar al Sr. Aboaba. Este ya tenía la factura de la operación preparada a nombre de la Comunidad de Vecinos, cosa que obviamente rechazamos.