100 Frases históricas

Hace 70 años, Unamuno se enfrentaba a Millán Astray con una frase, “Venceréis, pero no convenceréis”, que hoy se utiliza en contextos ajenos a la Guerra Civil. No es el único caso de expresión que ha sobrevivido al tiempo en que nació.

Continúa la anécdota con la lista de cien frases famosas…

Sólo la intervención de Carmen Polo, esposa de Francisco Franco, impidió que la celebración terminara en tragedia cuando el general Millán Astray, increpado por Miguel de Unamuno, echó mano de la pistola para poner las cosas en su sitio. La primera dama cogió a don Miguel del brazo y lo sacó de aquella sala cuando los empresarios de pompas fúnebres ya se frotaban las manos. Era el 12 de octubre de 1936, Día de la Raza en una España que ya se desangraba desde hacía meses por la Guerra Civil. En aquel contexto bélico, el viejo profesor presidía el acto de exaltación de la patria en la Universidad de Salamanca –de la que era rector– junto a Astray, aquel legionario tuerto.

Ante las críticas feroces de Astray hacia Cataluña y el País Vasco –«dos cánceres en el cuerpo de la nación» que merecían ser exterminados–, el filósofo alzó la voz y, con gran dominio de sí mismo, afirmó: «El general Millán Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada». El militar, acompañado por una escolta de legionarios con metralleta, saltó como un resorte: «¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!». El poeta José María Pemán intentó mediar entre ellos, pero fue inútil. Unamuno, harto de discutir, concluyó tajante: «¡Éste es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, pero no convenceréis».

Hace ya 70 años, Unamuno convirtió aquella frase en una de las más célebres de la contienda y de la reciente historia de España. Su desafío verbal ha encontrado más eco en su biografía que todas sus obras juntas. Su «venceréis, pero no convenceréis» cumple con los 10 mandamientos del mejor eslogan, aquel que, según el publicista Luis Bassat, puede convertirse en inmortal: corto, memorable, profundo, brillante, simple, único, impactante, perdurable, creíble y relevante.

Pero la de Unamuno no fue la única consigna de aquella contienda que quedó grabada con fuego en el imaginario colectivo. El «No pasarán» de la propaganda republicana ante el asalto a Madrid de las tropas rebeldes también se recuerda, se repite, se reutiliza y se extrapola a otras situaciones. Fuera de nuestras fronteras, Winston Churchill prometía «sangre, sudor y lágrimas» a sus conciudadanos y les dejó una frase para la posteridad. Roosevelt, escocido por el bombardeo japonés de Pearl Harbour, bautizó aquella jornada del 7 de diciembre de 1941 como «el día de la infamia». Como la convirtió en una consigna eterna, muchos periódicos la reciclaron para definir la masacre terrorista del 11-S en sus titulares del 12 de septiembre de 2001. Y es que parece que la Historia se esculpió a base de oraciones célebres, porque cada acontecimiento histórico tiene la suya. Desde el «Alea jacta est» de Julio César hasta el «España va bien» de Aznar, millones de frases jalonan el devenir humano.

Para la Historia de España, «Poderoso caballero es don dinero» (Quevedo), «Con la Iglesia hemos topado» (Cervantes) o «La vida es sueño» (Calderón) son sólo tres ejemplos del enorme poso de frases reutilizables que dejó el Siglo de Oro. Y paradigmas también de lo que han cambiado los referentes culturales de aquella España a ésta son las expresiones de Mariñas («Que te calles, Karmele»), Dinio («La noche me confunde») o Sofía Mazagatos («Estoy en el candelabro»).

De hecho, el mundo de la publicidad y del márketing ha evolucionado hasta el punto de concederle a la frase un valor icónico a la hora de vender un producto o presentar a un candidato a unas elecciones. Es más, hoy representa la diferencia entre el fracaso y el éxito.

 100 FRASESPor Alberto Rojas  

  • 1. “Quien da primero, da dos veces”. Hoy es una de las obviedades más repetidas, pero hubo un personaje que enunció ese razonamiento antes que nadie (en el s. I d.C.). Fue Séneca, uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos.
  • 2. “Santiago y cierra España”. Dicho popular del s. VIII. Se dice que Santiago apóstol dirigió este grito de guerra a los cristianos en la batalla contra Abderramán II. Cerrar, en castellano antiguo, era embestir, atacar al enemigo.
  • 3. “No se ganó Zamora en una hora”. No fue una hora sino siete meses los que estuvo la ciudad asediada por Sancho II, que fue traicionado al final por Bellido Dolfos en el año 1072. La plaza volvió después a manos de la reina Doña Urraca.
  • 4. “¡Oh, Dios, qué buen vasallo si tuviera buen señor!”. En el Cantar de Mío Cid (alrededor del año 1200) se recuerda cómo Rodrigo Díaz de Vivar se enfrentó con el rey Alfonso por cuestiones personales. Cuando éste le desterró de Castilla, los suyos pronunciaron estas palabras.
  • 5. “No hay tu tía”. Se trata de una alteración de “no hay tutía o atutía”. La tutía o atutía era considerada en la Edad Media como un medicamento de origen árabe (al-tutiya) para las enfermedades de los ojos.
  • 6. “Los amantes de Teruel. Tonta ella y tonto él”. Se aprovecha de un relato del siglo XIII, Los amantes de Teruel, que narra el amor imposible entre Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, para dejar claro que no hay que perder el tiempo con objetivos difíciles de cumplir.
  • 7. “Por los cerros de Úbeda”. Fernando III, el santo esperaba a un hidalgo aliado suyo que iba a ayudarle con sus huestes a tomar la ciudad jienense. Éste, con pocas ganas de guerra, llegó tras la conquista del año 1233 diciendo que se había perdido por los cerros de la zona.
  • 8. “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Se difundió en España gracias a la elegía del poeta Jorge Manrique (1440-1478) a la muerte de su padre, Rodrigo Manrique, aunque el poeta la tomó de la Biblia, donde puede leerse tal cual dentro del Eclesiastés.
  • 9. “Tanto monta, monta tanto”. Es lo que ponía en el escudo de armas de isabel de castilla y fernando de aragón, los Reyes Católicos, cuando ambos se casaron en 1469. Suele ir acompañada por la coletilla: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”.
  • 10. “Que salga el sol por Antequera”. Se emplea para mostrar despreocupación por un asunto determinado. En la toma de Granada, en 1491, las tropas españolas la usaban como un equivalente a “que salga el sol por donde salga”. Desde donde se encontraban, el sol no salía nunca por Antequera, que está al oeste de Granada.
  • 11. “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Granada caía en 1492 por el empuje de las tropas cristianas, mientras que Boabdil, el último rey nazarí de la ciudad, se consolaba ante su madre Aixa, que le reprendía por su actitud derrotista y su falta de habilidad militar para defender la última plaza de Al-Andalus.
  • 12. “Llevarla al huerto”. Es una expresión que se utiliza desde 1499, año en el que la alcahueta Celestina, personaje inmortalizado por Fernando de Rojas, consiguió llevar a Melibea al huerto en que la esperaba su enamorado Calixto.
  • 13. “Hacer las cuentas del Gran Capitán”. Alude a las tan discutidas cuentas millonarias que Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, presentó a los Reyes Católicos después de haber conquistado para ellos el reino de Nápoles en 1504.
  • 14. “Al enemigo que huye, puente de plata”. Es decir, conviene facilitar la huida del enemigo que nos molesta para librarnos de él sin tener que combatir. Esta máxima militar tan sobada en la actualidad pertenece también a Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515).
  • 15. “Más vale morir con honra que vivir deshonrado”. Frase de Hernán Cortés (1485-1547) que ha sido utilizada y transformada por muchos líderes políticos, pero el que la rescató y la convirtió en inmortal fue Ernesto Che Guevara (1928-1967), que le dio su toque personal: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”.
  • 16. “Se armó la de San Quintín”. En esta batalla casi olvidada (1557), los tercios del Ejército español entraron en Francia desde Flandes y aniquilaron a las huestes francesas, pero perdieron a la vez muchos hombres. De esa victoria pírrica nació esta conocida expresión.
  • 17. “Decíamos ayer”. Tras pasar cuatro primaveras en la cárcel bajo la acusación de haber traducido partes de la Biblia a la lengua vulgar, Fray Luis de León volvió a dar clase en su cátedra de Salamanca en 1576 y utilizó estas mismas palabras para retomar lo que había dejado a medias durante ese tiempo.
  • 18. “París bien vale una misa”. En 1593, Felipe II, interesado en que el trono francés lo ocupara su hija Isabel, accedió a que Enrique III de Navarra, calvinista recalcitrante, se casara con ella y se convirtiera en rey de los galos siempre que renunciara al protestantismo y abrazase la fe católica. Y Enrique contestó: “París bien vale una misa”. Católica, claro.
  • 19. “Mandé mis barcos a luchar contra los ingleses, no contra los elementos”. La Armada Invencible perdió más barcos por las tempestades que por el fuego de los buques ingleses. Por eso, cuando la armada volvió maltrecha a España, Felipe II justificó la derrota con esta frase en 1588.
  • 20. “Quien fue a Sevilla, perdió su silla”. Procede de un acontecimiento verídico: en el siglo XVI, el arzobispo de Sevilla intercambió por un tiempo su puesto con su sobrino, el arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar la ciudad gallega. Cuando quiso volver a su tierra, el sobrino se negó a cederle el sillón.
  • 21. “Con la Iglesia hemos topado”. El Quijote es una fuente inagotable de sentencias célebres extrapolables a cualquier contexto actual. En un pasaje de la obra, Miguel de Cervantes (1546-1616), por boca del inmortal hidalgo manchego, expresa la imposibilidad de enfrentarse con el poder.
  • 22. “Donde una puerta se cierra, otra se abre”. Otra ingeniosidad de Miguel de Cervantes y su Quijote, una versión del “no hay mal que por bien no venga” que se utiliza habitualmente para expresar optimismo ante una situación que parece desesperada.
  • 23. “Ladran, luego cabalgamos”. Cervantes hizo referencia a las consecuencias de nuestras acciones. Si Don Quijote y Sancho se hubieran mantenido quietos sobre sus cabalgaduras, los perros nunca habrían ladrado.
  • 24. “Todos a una, como en Fuenteovejuna”. Como relató Lope de Vega (1562-1635), el Fénix de las letras españolas, en este pueblo cordobés la gente se unió para ajusticiar al Comendador, un auténtico cacique responsable de muchos agravios.
  • 25. “La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come”. Archirrepetida idea de Francisco de Quevedo (1580-1645), tal vez por ser la envidia, ya desde el Siglo de Oro, el mal nacional y el más importante y común de los siete pecados capitales.
  • 26. “Poderoso caballero es Don Dinero”. El célebre soneto de Francisco de Quevedo pone de manifiesto la importancia del capital para progresar en la vida, que ya en el siglo XVII era el billete hacia una existencia terrenal más llevadera. No existe otra aseveración más extrapolable a la actualidad.
  • 27. “Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son”. En 1636 el dramaturgo Pedro Calderón de la Barca incluyó en su obra más célebre, La vida es sueño, esta frase que habla de lo efímero de los placeres mundanos y de la necesidad de mantener las ilusiones intactas durante toda nuestra existencia.
  • 28. “Tienes más cuento que Calleja”. Dicho popular que tiene como protagonista a Saturnino Calleja Fernández, creador y director de una editorial fundada en 1785, cuya fama se debió a la publicación de los cuentos infantiles más célebres de la época.
  • 29. “Viva la Pepa”. Grito de los liberales ensalzando la Constitución de 1812, la primera de la Historia de España, aprobada el 19 de marzo (San José), después de que el Ejército francés prohibiera vitorearla en público.
  • 30. “¡Vivan las caenas!”. Se remonta a 1814 y pertenece al pueblo, que en oposición al “¡Viva la libertad!”, quiso expresar su adhesión al rey Fernando VII cuando éste estableció el poder absoluto, a su vuelta del destierro.
  • 31. “Los mismos perros con distinto collar”. Lo dijo Fernando VII al pasar revista a las tropas en 1823. Cuando los soldados se presentaron delante del rey, éste se sorprendió al ver que el nuevo ejército realista estaba formado por los mismos liberales que acababa de licenciar.
  • 32. “Así se las ponían a Fernando VII”. Hace alusión a los cortesanos de la camarilla del rey, que cuando jugaban con éste al billar le ponían las carambolas fáciles para hacerle creer que era un experto jugador y así tenerlo contento.
  • 33. “Más feo que Picio”. En el siglo XIX, Picio fue un zapatero granadino condenado a muerte que, de pronto y sin saber muy bien por qué, fue indultado. De la impresión que le causó el perdón, perdió pelo, cejas y pestañas y se convirtió en ejemplo de fealdad.
  • 34. “Más ‘cornás’ da el hambre”. Fue la respuesta del torero Manuel García, El Espartero, cuando un periodista le preguntó si no temía arriesgarse tanto en la plaza. Murió precisamente de eso, de una mala corná en 1894.
  • 35. “Más vale tener honra sin barcos que barcos sin honra”. En 1898, el almirante Cervera decidió sacrificar su flota de navíos de madera y mantener el honor de la valiente pero decrépita España frente a los acorazados estadounidenses en la guerra de Cuba. La expresión quedó para los libros de Historia y para ilustrar la necesidad de mantener el arrojo incluso cuando todo está perdido.
  • 36. “Más se perdió en Cuba y vinieron silbando”. Aparece con ocasión de la liquidación del imperio de ultramar en 1898. Alude a la guerra contra EEUU, a la derrota española y al fatalismo que inundó todo el país tras esa contienda.
  • 37. “La originalidad es la vuelta a los orígenes”. Antonio Gaudí (1852-1926), la máxima figura de la arquitectura catalana, definió así su relación con el arte, su necesidad de acudir a la naturaleza para interpretar sus formas. Esta frase fue su primer mandamiento y el más repetido durante su vida.
  • 38. “No las tiene todas consigo”. Este dicho popular del siglo XX procede del milenario y sabio lenguaje del juego, concretamente del de los naipes. Hace referencia a una baza en la que no se llevan las cartas necesarias para ganar el juego.
  • 39. “España mañana será republicana”. Alocución recurrente para reivindicar la vuelta a los regímenes republicanos y la caída de los reyes. Se escuchó ya antes de la I y la II República españolas y hoy todavía se usa como consigna entre los antimonárquicos.
  • 40. “De Madrid al cielo”.Título de novela, letra de chotis, primer mandamiento del chulapo, esta frase popular la pronuncian los amantes de la vida en la capital de España, aunque pertenece a una época, principios del siglo XX, en la que el alcalde no hacía tantas zanjas.
  • 41. “Si quiere que un problema no se resuelva, cree una comisión”. Ya a principios del siglo XX, en los ambientes políticos del momento descubrieron la inutilidad que supone abrir una comisión para solucionar cualquier problema.
  • 42. “En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero”. Los políticos españoles de la primera mitad del siglo XX la tomaron prestada del gran dramaturgo Jacinto Benavente para ilustrar las diferencias entre los que sólo ganan y los que, además, saben ganar.
  • 43. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. La poesía ha regalado al acervo popular miles de expresiones de uso común. Posiblemente, este verso extraído de los Cantares de Antonio Machado (1912) sea el más célebre de todos ellos. Hasta Serrat le ha puesto música.
  • 44. “A mí la legión”. Grito de guerra de la Legión española, creada por Millán Astray a imagen y semejanza de los antiguos tercios de Flandes y de la Legión Extranjera francesa durante la contienda con Marruecos. Se escuchó por vez primera en 1927.
  • 45. “España es el único país que se acuesta monárquico y se levanta republicano”. En la madrugada del 13 de abril de 1931, al día siguiente de celebrarse las elecciones municipales, el jefe del Gobierno de la Monarquía, el almirante Juan B. Aznar, proclamó la República ante los periodistas gracias a este titular antológico.
  • 46. “Hay gente ‘pa to’”. Tras una corrida en Madrid, el diestro Rafael Guerra, ‘guerrita’ (1862-1941) ofreció una fiesta a amigos y periodistas. En esa celebración le presentaron a D. José Ortega y Gasset, y lo hicieron en calidad de “filósofo”, a lo que el maestro inquirió: “¿Y eso qué es?”. Le explicaron que se trataba de la persona que trabajaba sobre las ideas, a lo que el Guerra respondió: “Hay gente pa tó”.
  • 47. “No pasarán”. Durante la Guerra Civil, con las borlas de los soldados franquistas asomando ya por las trincheras de la Ciudad Universitaria, la propaganda republicana empapeló Madrid con esta célebre consigna. Los rebeldes pasaron, pero el lema sobrevivió a la toma de la capital de España.
  • 48. “Venceréis, pero no convenceréis”. La puntualización que Miguel de Unamuno le hizo a Millán Astray el 12 de octubre de 1936 se usa cada semana en contextos diferentes, como en el deporte, donde cada jornada de Liga siempre hay un equipo que vence pero no convence. ¿El Madrid de Fabio Capello?
  • 49. “Cautivo y desarmado…”. El último parte de la Guerra Civil sigue ilustrando cualquier tipo de derrota en la actualidad. Las palabras emitidas por Radio Nacional han saltado con los años a la crónica parlamentaria, a los resúmenes deportivos, a los análisis económicos…
  • 50. “Tienes más moral que el Alcoyano”. Alude al mundo del fútbol y al equipo del Alcoyano C.F. (de Alcoy, Alicante), que en 1948 iba perdiendo por 13 goles de diferencia en una eliminatoria de la Copa del Generalísimo y aún así luchaba con furia por empatar.
  • 51. “Haga como yo, no se meta en política”. Francisco Franco siempre presumió de no saber demasiado de política y mucho de tácticas militares. Se trata de una frase inmortal que, según cuenta la leyenda, utilizaba para rebajar la tensión entre sus ministros en los años 40.
  • 52. “La poesía es un arma cargada de futuro”. Gabriel Celaya ensalzó el noble arte de la lírica con esta poesía de título sugerente en 1955, que se convirtió en un ejemplo de testimonio y denuncia, en instrumento para transformar el mundo después de la II Guerra Mundial.
  • 53. “El amor es física y química”. Piropo que dedicó el Premio Nobel Severo Ochoa (1905-1993) a su esposa Carmen, y que sintetiza la explicación científica sobre los afectos. Después, Joaquín Sabina lo hizo suyo para titular uno de sus mejores álbumes.
  • 54. “Tengo todo atado y bien atado”. Eso aseguraba en 1975 el entonces Jefe del Estado Francisco Franco, que lo tenía todo preparado para que su régimen autoritario le sobreviviera después de muerto.
  • 55. “No sabe usted con quién está hablando”. Apócrifo y popular, este dicho fanfarrón y amenazante era moneda de cambio habitual para los miembros de la Seguridad del Estado en los oscuros tiempos de la dictadura.
  • 56. “Spain is different”. El ministerio de Turismo del desarrollismo franquista, regido por Manuel Fraga, acuñó este lema para atraer a visitantes de toda Europa. Las primeras suecas que se tostaron en las playas de Benidorm comprobaron eso mismo, que España ya era diferente.
  • 57. “Hay que ganar por lo civil o por lo criminal”. Máxima futbolística de Luis Aragonés desde que comenzó a entrenar en 1974. Su forma de entender el fútbol le ha llevado a ganar muchos títulos, pero también le ha valido alguna que otra polémica al sabio de Hortaleza.
  • 58. “La calle es mía”. En 1976, tras un incidente en el que resultaron muertas varias personas por disparos de la policía durante el desalojo de una asamblea obrera en la iglesia de San Francisco de Asís de Vitoria, Manuel Fraga acuñó esta expresión para dejar claro que nada ni nadie se movería en la vía pública sin su permiso.
  • 59. “El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos”. Salvador Dalí (1904-1989), el más revoltoso de los artistas españoles del siglo XX, enunció un argumento muy imitado después en el que abogaba por introducir la provocación en las esenciales reglas de la creación.
  • 60. “Ja soc aquí”. El 23 de octubre de 1977, y tras décadas de exilio, el político catalán Josep Tarradellas, posteriormente presidente de la Generalitat, llegaba a Barcelona, pisaba el aeropuerto de El Prat y soltaba la famosa frase [“Ya estoy aquí”].
  • 61. “Soy ateo por la gracia de Dios”. El cineasta Luis Buñuel (1900-1983) reconoció su ateísmo militante con una fórmula original a la altura de su genio: ese dios que él negaba era el mismo que le había convencido de su inexistencia.
  • 62. “Café para todos”. Su autor fue Ernesto Che Guevara y no se refería a la Transición española, aunque siempre ilustrará un proceso en el que lo importante para sus promotores fue que todos, fueran de la ideología que fueran, tuvieran voz en el futuro político que se construía.
  • 63. “¡Se sienten, coño!”. El 23 de febrero de 1981, guardias civiles con tricornio entraron en el Congreso para dinamitar lo que los españoles habían aprobado pocos años antes. Tejero, el jefe de aquella tropa enloquecida, impuso el orden a tiros y gritos. Los unos son aún visibles en la bóveda del hemiciclo. Los otros también: están alojados ya en el disco duro de la memoria colectiva.
  • “Fútbol es fútbol”. El entrenador de fútbol de, entre otros, el Real Madrid, Vujadin Boskov la utilizó en la temporada 81/82 para referirse a lo imprevisible del balompié. La obviedad quedó registrada como un alarde de originalidad en los anales del deporte.
  • 65. “Puedo prometer y prometo”.
  • El primer presidente de la recién nacida democracia española, Adolfo Suárez, usó esta fórmula reiterativa para convencer a una amplia mayoría de votantes y ganar las elecciones hasta 1982.
  • 66. “A España no la va a reconocer ni la madre que la parió”. Alfonso Guerra pronunció estas palabras cuando el PSOE arrasó en las elecciones generales de 1982. Años después, en plena decadencia de sus políticas, la derecha la utilizó contra los socialistas.
  • 67. “Sí, sí, sí, nos vamos a París”. Eso es lo que gritaba la masa enfervorecida después de que la Selección Española de Fútbol le endosara el mítico 12-1 a Malta en 1983 gracias al cual quedó clasificada para la Eurocopa de Francia.
  • 68. “Ojo al dato”. Las madrugadas de radio alcanzaron, en los años 80 y 90, su punto culminante cuando se escuchaba esta exclamación en los labios del inolvidable gurú del periodismo deportivo, José María García. Anunciaba partidos amañados, conspiraciones, fichajes imposibles…
  • 69. “El que no esté colocado, que se coloque”. En plena movida madrileña, el alcalde Enrique Tierno Galván frivolizó con la ingesta de drogas y la gente que aún no había encontrado su asiento en el Palacio de los Deportes durante la celebración de un festival de 24 horas organizado por Radio 3.
  • 70. “Si bebes, no conduzcas”. Con un fuerte acento guiri, Steve Wonder decía esto al volante de un coche (era ciego) mientras cantaba uno de sus temas más conocidos en 1986. El mensaje se popularizó y aún hoy se escucha en la barra de los bares cuando alguien asegura que tiene que volver a su casa conduciendo.
  • 71. “Póntelo, pónselo”. En 1987, esta campaña en favor del uso del preservativo.
  • 72. “Que te pego, leche”. Eran los 80 y el affaire Rumasa ponía de los nervios al incombustible José María Ruiz Mateos, que se lanzó contra el ex ministro de Economía Miguel Boyer a la salida de los juzgados y le sacudió, rompiéndole las gafas, con este improperio como rúbrica de sus golpes.
  • 73. “Él nunca lo haría”. Desde aquella campaña televisiva, caló la idea de que el amigo más fiel del hombre jamás abandonaría a su dueño en una cuneta. El anuncio se popularizó en los 80 y concienció a muchos propietarios de mascotas.
  • 74. “Hola, ¿es el enemigo?”. El teléfono de Miguel Gila (1919-2001) llenó durante años los espacios televisivos de la noche de los sábados. Repetía sus chistes una y otra vez, pero nadie quedaba indiferente con sus impagables conversaciones entre trincheras.
  • 75. “No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo”. El Premio Nobel Camilo José Cela (1916-2002) la utilizó para desmentir la infalibilidad de cierta fórmula que afirmaba que el participio y el gerundio venían a significar lo mismo. Pues no.
  • 76. “Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo”. En 1987, Manuel Luque, director general de Camp, pronunció uno de los eslóganes publicitarios más repetidos (y, por tanto, exitosos) de la historia de la caja tonta para anunciar el detergente Colón.
  • 77. “Y hasta aquí puedo leer”. Mayra Gómez Kemp, timonel de uno de los programas con más gancho de la historia de la tele, Un, dos, tres, responda otra vez, leía sus tarjetas y dejaba, con aquella coletilla inquietante, que el enigma calara entre los concursantes y televidentes.
  • 78. “Yo he venido aquí a hablar de mi libro”. Al sentirse engañado por Mercedes Milá, que dedicaba casi todo el tiempo de su programa de televisión a hablar de otros asuntos que no le interesaban, Francisco Umbral reivindicó así su oportunidad para promocionar su obra La década roja en 1995.
  • 79. “El que se mueva no sale en la foto”. Este canto en contra de la discrepancia tuvo como autor al ex vicepresidente Alfonso Guerra, que escenificó así la necesidad de unidad y obediencia a un partido, el PSOE, que se descomponía a mediados de los 90 por los conflictos internos entre guerristas y felipistas.
  • 80. “Por consiguiente, Felipe presidente”. La coletilla utilizada por el ex presidente del Gobierno fue usada por los simpatizantes del PSOE para arengar y animar a Felipe González en los mítines electorales previos a las elecciones generales de 1992 y 1996.
  • 81. “Márchese, señor González”. El ex presidente José María Aznar convirtió este latiguillo, repetido hasta la saciedad en dos debates televisados, en el más célebre en la carrera electoral de 1996.
  • 82. “Programa, programa, programa”. Julio Anguita defendió siempre la conveniencia de mantenerse fiel a unas directrices que, por encima de los nombres propios y de promesas electorales, definieran la política de su partido. Esa ideología quedó registrada de esta manera en la campaña electoral de 1996.
  • 83. “Pujol, enano, habla castellano”. Aznar ganaba las elecciones generales de 1996 y sus simpatizantes lo celebraban en los exteriores de la sede del PP en la madrileña calle de Génova repitiendo esta consigna. Luego, admitiría que ya hablaba catalán en privado.
  • 84. “Los hombres engañan más que las mujeres; las mujeres, mejor”. El trovador Joaquín Sabina ha dejado durante años en su cancionero miles de versos rescatables, pero ninguno tan fusilado como este razonamiento, que muestra la promiscuidad masculina y alaba la astucia femenina.
  • 85. “Todos contra el fuego”. A la altura del “Pezqueñines no, gracias”, este lema televisivo se ha quedado grabado en la memoria de varias generaciones de españoles gracias a la canción que se utilizaba en aquella campaña publicitaria (con Joan Manuel Serrat) y a que el problema que denunciaba se acrecienta verano a verano.
  • 86. “Siempre negativo, nunca positivo”. Louis Van Gaal, aquel entrenador malencarado que, entre 1997 y 2000, llenó el Barça de holandeses, abroncó a un periodista por cuestionar el juego de su equipo en una rueda de prensa histórica. Su expresiva reprimenda aún resuena en los pasillos del Camp Nou.
  • 87. “Manda huevos”. Un micrófono que creía apagado le jugó una mala pasada a Federico Trillo, cuando era presidente del Congreso de los Diputados (1999), y regaló a sus señorías un enunciado para la posteridad. Su “¡Manda huevos!” es hoy una de las expresiones más usadas del acervo popular gracias a la confusión del político con la megafonía.
  • 88. “Vuelve a casa por Navidad”. Los turrones El Almendro son los culpables de la coletilla navideña por excelencia en España. ¿Quién no se refiere a su regreso al hogar familiar durante los últimos días de diciembre de esta manera?
  • 89. “España va bien”. Estas tres palabras las utilizó el ex presidente Aznar para definir el estado de la nación y la validez de su proyecto ante las críticas vertidas desde las butacas socialistas en una sesión parlamentaria durante la primera legislatura (1996-2000) en la que gobernó el PP. El mensaje caló bien hondo entre los miembros de su partido y en los guiñoles televisivos, que la repitieron machaconamente.
  • 90. “No soy pesimista. Soy un optimista bien informado”. El escritor Antonio Gala hizo gala de su lucidez para afirmar que el optimismo bien podía ser una cuestión de ignorancia, y que la información que nos llega sobre el mundo exterior obliga a ser pesimista.
  • 91. “Trata de arrancarlo, ¡por Dios!”. A 200 metros de la meta, el coche de Carlos Sáinz se paró cuando el piloto estaba a punto de ganar su tercer campeonato del Mundo de Rallys en 1999. Su acompañante, el acelerado Luis Moya, se bajó del vehículo y, preso de la desesperación, rogó a su compañero que intentara un imposible.
  • 92. “Unos agitan el árbol y otros recogen las nueces”. Xavier Arzalluz quiso expresar de esta manera la coincidencia de objetivos que mantenía parte de la clase política vasca con los pistoleros de ETA. Unos empuñaban las armas, otros lo aprovechaban en las urnas.
  • 93. “Así han sido las cosas y así se las hemos contado”. El ex presentador Ernesto Sáenz de Buruaga terminaba así sus informativos de Antena 3, una declaración de intenciones que pretendía mostrar el compromiso de su cadena con la verdad.
  • 94. “Ya no soy un verso suelto”. En julio de 2002, Alberto Ruiz Gallardón se definió así para mostrar a su partido que, en algunos asuntos, había ido un poco por libre. El alcalde de Madrid, que gusta de pescar votos en los caladeros de la izquierda y la derecha, logró popularizar la fórmula para nombrar a los políticos díscolos.
  • 95. “La noche me confunde”. El cubano Dinio es el autor de una de las expresiones más recordadas del corazoneo patrio, una aseveración que rivaliza con otra del mismo calado intelectual: “Estoy en el candelabro”, de Sofía Mazagatos.
  • 96. “Nunca máis”. El Prestige sangraba fuel mientras que algunos decidían si era mejor alejarlo, torpedearlo, llevarlo a puerto… “Nunca máis”, surgida en aquellos días de 2003, ha visto cómo su lema es aplicable también a la ola devastadora de incendios que ha pintado de gris la verde Galicia durante este verano.
  • 97. “La guerra es el estado normal del hombre”. El escritor Arturo Pérez-Reverte pudo comprobarlo durante sus años de corresponsal de guerra, ya fuera en el frente o en retaguardia. Para el autor de Las aventuras del Capitán Alatriste, el hombre sigue siendo un lobo para el hombre.
  • 98. “Antes muerta que sencilla”. La pequeña María Isabel popularizó este viejo lema gay vendiendo miles de copias de su No me toques las palmas que me conozco y ganando el Festival europeo de la canción Eurojunior 2004 con su pegadizo y repetitivo rap flamenco.
  • 99. “Florentino es un ser superior”. Hubo una época en la que los jugadores del Real Madrid, los galácticos, dominaban el fútbol mundial y vendían millones de camisetas. En 2003, en plena orgía de títulos, Emilio Butragueño, ex vicepresidente del equipo, se deshizo en elogios hacia el que entonces era su jefe y lo elevó a los altares.
  • 100. “La vida puede ser maravillosa”. El inigualable Andrés Montes, el “cantamañanas” de la televisión, como él mismo se autodefine, popularizó esta consigna vital cuando la Selección Española de Fútbol disputaba el Mundial de Alemania del pasado verano.

Extraído de aquí…