PREGUNTA A TU HIJO CUAL ES SU JUSTO CASTIGO.

No funciona siempre (La picaresca existe desde mucho antes de los tiempos del Lazarillo de Tormes)… Pero puede ser válido a ciertas edades… (continúa la anécdota)

Llega el padre a casa. Ve a su hijo maltratando a su hermana. Ya le ha dicho muchas veces que no debe hacerlo. La madre, llora desconsolada en su cuarto, mientras medita qué debe hacer. El padre masculla entre dientes. Qué hago ¿le razono o directamente le pego? El niño, que sabe que lo ha hecho mal, le dice, sinceramente: – Papá, pégame: si me razonas, se me olvida.