La gloria de Dios

W.Somerset Moughan, en su novela El filo de la navaja, hace decir al protagonista:

“…El don de la fe no me fue concedido. Quería creer, pero no podía hacerlo. Me decían los frailes que Dios creó el mundo para su gloria. Tal finalidad no me parecía digna. ¿Compuso Beethoven sus sinfonías para su gloria? . No lo creo. Creo que las compuso porque la música de su alma exigía ser expresada, y lo único que él procuró fue hacerlas todas lo perfectas que pudo”.

Una imagen para explicar la gloria de Dios como razón de la creación y ahora un comentario…

“Dios creó el mundo para su gloria”. ¿Egoísta?.

La gloria de Dios es Dios. No es algo distinto de Él. Dios no busca nada distinto de sí mismo. Él lo es todo y se basta absolutamente.

Dios es amor. Y el ser, la esencia, del amor es darse, difundirse. Si la gloria de Dios es Dios y Dios es amor y la esencia del amor es darse, la gloria de Dios es darse.

Dios brilla, se glorifica, dándose. Todo lo contrario del egoísmo.

Agustín Filgueiras Pita.   Sacerdote