A veces no hace falta que aprendan nombres técnicos. Pablo, de 4º (9 años), que todavía no puede ser socio pero que busca cualquier resquicio para asistir a las actividades. El preceptor hablando con él, que no sabía lo que significaba la palabra jaculatoria, le preguntó cuál era la oración más corta que sabía:

– Pues es -dijo Pablo- Recemos por el Santo Padre Juan Pablo II: El Señor le conserve y le dé vida, le haga feliz en la tierra y no le entregue en manos de sus enemigos.

Luego aprendió otra más corta todavía:

Señor aparta de mí lo que me aparte de Ti.

Estoy seguro de que Pablo se sorprendería de saber que ya dice jaculatorias, comentaba el preceptor.