Un peón de una constructora, vuelve a casa y le cuenta a su mujer que el andamio en el que trabajaba con otros tres obreros se ha venido abajo y a causa de la caída los tres han muerto; sólo se ha salvado él. El empresario deberá desembolsar un millón para cada una de las familias de las víctimas. Ante tal noticia, su mujer le dijo: «Cuando hay algún dinero que ganar, tú siempre quedas al margen».