La playstation nos puede hacer pensar al revés. 

Santi jugaba un domingo
por la mañana, en pijama, a la Playstation. 
Mientras su madre le instaba
para vestirse, aquel niño de siete años se oponía a gritos que se oían
por el patio de vecinos:
– ¡yo no quiero ir a Misa, no quiero ser un
hombre de provecho! 
Su mamá le preguntó: ¿por qué no quieres ir a Misa?
El niño, después de pensar razones, contestó:
 – Por que todavía no tengo
uso de razón…