El primer objetivo al realizar nuestro trabajo es sobrevivirlo.

Luego viene el buen talante, el trabajo bien hecho y realizado por razones transcendentes. Por servicio a la sociedad… Como el mejor…

Pero hay que aprender a «reservarse» un poco, a SOBREVIVIR a los afanes del trabajo. Esto es obvio en el caso que uno se dedique al sector servicios: profesores, taxistas, conductores, cajeras, telefonistas, camareros, sacerdotes, médicos y enfermeras, por nombrar unos pocos…

A continuación una anécdota que explica cómo uno aprendió su pequeña lección…

Caridad: 

Tratar con las personas: es más fácil de lo que parece.

Había un señor mirando la paciencia de un camarero en un restaurante. Una mujer le dice al camarero:
– Ay, ¡tengo una calor!

– Él le dice ahoramihmo voy a bajar la temperatura del aire acondicionado.
Vuelve la mujer y le dice:

– Ay, ¡hace un frío que pela!! No puedo disfrutar de esta comida con este frío!
El camarero se va y le sube la temperatura….bueno así esta un buen rato…y el señor lo llama y le dice:

– Mira hace rato que te estoy mirando, y no sé como puedes tener tanta paciencia para tratar con esa mujer. Que si sube el aire, que si baja el aire… ¿Cómo puedes estar así?

Y el mesero le responde:

– Para mi no es ningún problema… tu ves.. la realidad es que aquí no hay aire acondicionado.