A Dios le entienden los que pueden… Dicen que el Cardenal Newman,
después de una homilía en la que se explicaba una escena evangélica,
recibió la queja de un feligrés. Se veía que el hombre tenía buena fe
pero que no entendía. El Cardenal, después de escucharle le enseñó un
crucifijo: ¿Qué ve usted? El hombre respondió: una imagen de Cristo
crucificado. Luego el sacerdote sacó un billete (20 pounds) y lo
interpuso entre el hombre y el crucifijo: ¿Y ahora, qué ve usted? Sólo
el billete, respondió el hombre. El dinero no nos deja entender a Cristo.