Damos hoy un repaso a la gratitud…

GRACIAS Y DINERO

Después de una magnífica conferencia dijo una señora a Robert Ingersoll:

  • No sé cómo podremos agradecerte. ¿Cómo pudiéramos mostrarle nuestro agradecimiento?
  • Querida señora, desde que los fenicios inventaron el dinero (la moneda) ya ha habido una respuesta a esa pregunta que está Ud. haciendo.

GRACIAS POR SANTA CLAUS

Carta de niño a sus padres en Navidad: «Me he enterado hoy en la escuela que no hay Santa Claus. Quiero agradeceros, mamá y papá, todos los regalos que me habéis hecho estos años pasados por Navidad». Al recibir la carta los padres el desencanto por la pérdida de la inocencia del hijo se convirtió en dulce alegría.

GRACIAS POR VUESTRAS MANOS CALIENTES

El gobernador de Arkansas Winthrop Rockefeller se presentó ante una audiencia de neoyorkinos que le recibió con un calurosos aplauso y les agradeció de esta manera el recibimiento: ‑Vuestra amable y calurosa acogida me recuerda el caso de aquel granjero que se levantó temprano una fria mañana de invierno y se fue al establo a ordeñar su vaca. Después de terminar la vaca se volvió hacia él y le dijo: Gracias por esa mano caliente.

TU AGRADECIMIENTO MI MEJOR REGALO

Carta de una vieja maestra a un antiguo alumno que se acordó de escribirle agradeciéndole sus servicios …  Querido Paco: No encuentro palabras con que expresarte todo lo que  tu carta ha supuesto para mí. Tengo ya pasados los ochenta años, vivo sola en un pequeño cuarto y me hago las cosas y comidas; soy como esa última hoja del otoño que se queda colgando precariamente de la rama del árbol.  Quizás te interesa saber que he dado ‑clases en una escuela durante cincuent a he recuenta años y la tuya ha sido la primera nota de agradecimiento que haya recibido jamás en mi vida. Me ha llegado en una mañana gris y fría de invier no y me ha causado la mayor alegría que he experimentado desde hace ,muchos años.

Mil gracias y que Dios te lo pague

La Sta Carmen

«MUCHAS GRACIAS O MUCHAS VECES»

Contaba un viejo que, pecando un día, se le acabó el cebo y no sabía qué ha cer para remediarlo. En esto, al mirar cerca de sus pies, vió una culebra con una rana en la boca. Cogió la rana de la boca de la culebra, la cortó en trozos para cebo y se sentía feliz y afortunado de haber visto a la culebra en el momento preciso. ‑ Pero, al mismo tiempo me sentía un poco culpable por privarle al pobre reptil de su alimento, así que quise darle una pequeña recompensa. Cogí la bota de vino y le eché un a chorretada en las boca Me pareció que la culebra se marchaba contenta y agradecida lamiéndose los labios, y me volví a pescar. Pasado algún tiempo, sentí unos golpecitos en la pernera de mi bota. Miro hacia abajo y veo a la misma culebra cargada con otras tres ranas.

UN MILLÓN DE GRACIAS.  ¡NO GRACIAS!

Un curioso negociante tejano envió a la Biblioteca del Congreso un libro para que registraran sus derechos de autor. Se trataba de un libro que el señor quería mandar a sus clientes y amigos, titulado `Un millón de gracias». Consistía de la palabra Gracias repetida un millón de veces. La Biblioteca le contestó con un  «No, gracias» y declinaba registrar sus derechos porque una sola palabra no puede tener derechos de autor.

«GRACIAS PORQUE NO TODOS LOS DÍAS SON ASÍ DE MALOS  

El Dr.Alex Whyte de Edimburgo era famoso por sus plegarias de púlpito. El siempre encontraba algún motivo para dar gracias a Dios hasta en los peores momentos. Una mañana tormentosa de invierno, uno de sus oyentes pensó para sí, «el predicador no va a tener nada que agradecer a Dios en esta mañana de perros.». Pero Whyte comenzó sus oraciones así, «te damos gracias Señor Dios porque todos los días no son como éste.

RECORDAR POR LO MENOS ALGUNOS DE LOS BENEFICIOS 

Cuando el señor Moory estaba una vez recitando el salmo 103, y llegó al versículo, «Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus bondades», se detuvo un momento, «Tú no puedes recordarlos todos, por supuesto, pero no los olvides todos. Recuerda algunos de ellos».

La gratitud es un deber que se debe pagar, pero que nadie tiene derecho a esperar. Jean Jaques Rousseau,1712‑17782. Gratitud es la conciencia de la memoria. Esperar gratitud de la gente es no conocer la naturaleza humana. Dale Camegie. El decir gracias no es para todos. (Es propio de personas inteligentes). Gratitud es un producto de la cultura; no es fácil hallado entre gente ruda. Samuel Johnson.

«EL CORAZÓN NO TIENE LENGUA»  

En el año 1878, el presidente U. S. Grant entregó una montura de caballo al gran jefe de los indios Shoshoní, Washakie, en reconocimiento a su lealtad a los EE.UU. Al viejo jefe le pidieron que correspondiera al regalo, así que dijo: ‑ Se amable con un indio y él lo sentirá en su corazón. Pero el corazón no tiene lengua.

REFRANES CASTELLANOS

Bien haya el romero que dice bien de su bordón.

A quien no me dio, déle mucho Dios Quien prende, su cuerpo vende.
Beneficio recibido, del hombre libre hace cautivo Beneficio y prisión, dos cosas parecen y una son.

No siento lo que me quiten, sino lo que me den El agradecido no olvida el bien recibido.
Al agradecido, más de lo pedido.

Si a más tus fuerzas no alcanzan, paga las buenas obras con buenas palabras.