GANDHI PRIMERO SE ENSEÑÓ A ÉL MISMO Y DESPUÉS DIO LECCIONES.

Se cuenta que un día una mujer fue con su hija donde el famoso líder religioso de India, Mahatma Gandhi.

Le explicó que su hija comía demasiados dulces y le suplicó que la persuadiera a romper aquel mal hábito.

Gandhi guardó silencio por un buen rato y después le dijo:

‑ Tráeme a tu hija de nuevo dentro de tres semanas y entonces le hablaré.

La mujer se fue y a las tres semanas trajo a su hija de nuevo.

Esta vez Gandhi llevó a la niña un lado y le explicó los efectos perjudiciales de aquella mala costumbre y lo animó a que dejara el pernicioso hábito.

Agradeció la señora al maestro el favor y le preguntó con curiosidad:

‑ Quisiera saber ¿por qué no le dijo a mi hija esto mismo cuando se la traje hace tres semanas?.

Contestó Gandhi:

‑ Es que entonces, hace tres semanas, yo también era adicto a los dulces.