VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
«Comed en casa como si comierais en la del rey» (Confucio)
Un chico con ideas claras
Fernando cursaba 2º. de bachillerato con magníficas calificaciones. Su padre, satisfecho, decidió darle una sorpresa.
-Hijo, me alegra mucho cómo llevas el curso. Como premio, te he comprado una escopeta. Si te parece, mañana vamos a estrenarla. A ver si tienes suerte y matas alguna perdiz o alguna liebre.
Fernando no cabía dentro de sí. Su afición a la caza era verdadera locura. Aquella tarde se la pasó haciendo prácticas de tiro pensando en el día siguiente. Por la noche no lograba dormir a causa de la emoción.
SIGUE

Y resulta que el día siguiente era domingo. 
Se levantó al amanecer y dijo a su padre:
-Papá, voy un momento a la iglesia, oigo la Misa, vengo volando… ¡y a cazar…!
-Déjate de beaterías. Prepara tus cosas y nos vamos enseguida.
-Si no voy a Misa ahora, después me va a ser imposible. Y hoy es domingo.
-No me vengas con estas pamplinas. Eso son tonterías que os han metido en la cabeza. Aunque no vayamos a la iglesia no dejará por eso de disparar tu escopeta, ni de caer alguna perdiz.
El chaval miró fijamente a su padre, y con respeto, pero con valentía, le dijo:
-Papá, si es una tontería el tercer mandamiento de la Ley de Dios, que manda santificar las fiestas, también será una tontería el cuarto, que manda honrar padre y madre…
             Cfr. J. Marqués Suriñao, Qué es la Santa Misa