VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído». (Jean de la Bruyére)


La tarjeta de visita
de Giotto

El Papa Bonifacio VIII estaba pensando en contratar a Giotto pero no las tenía todas consigo, por lo que envió un mensajero para pedirle al artista una muestra de su trabajo. Sin pensarlo dos veces, con un único y continuo golpe de mano Giotto dibujó sobre el lienzo un círculo perfecto. Cuando el mensajero le enseñó el lienzo al Papa, éste supo que se encontraba ante uno de los mejores pintores de la época. 

(Giotto di Bondone, arquitecto y pintor italiano c.1266-1337)
FUENTE: BARRET