TRES CANTEROS

 

  

 Nos
encontramos en Burgos, hace muchos siglos: corre el año 1250 y reina en España
el Rey Fernando III, que sería llamado 
“El Santo” cuando fue canonizado muchos años después.

 

 Tres
canteros trabajan en las obras de la catedral: si todo marcha según el ritmo
previsto, un poco más y se terminarán los dos airosos campanarios previstos a
ambos lados de la fachada principal.

 

Tres
canteros están haciendo un mismo trabajo: cada uno de ellos está cuadrando un
sillar de piedra. Una vez terminado se unirá a otros semejantes y la torre
podrá continuar elevándose.

 

Pero
cada cantero tiene un gesto distinto: 

  

El
primero está con cara de enfado y de cansancio. Cuando nos acercamos casi no
nos mira; protesta por lo bajo con una imprecación ininteligible.

 Le
preguntamos:
  

-¿Qué
está haciendo?

 

 El
cantero para su labor y contesta malhumorado:
  

-¿Es
que no lo ve? ¡Estoy picando piedra!

  

 Pocos
metros más allá, el segundo cantero permanece serio.
 Al hacerle la misma
pregunta, contesta sereno:

 

 -Ya lo
ve: estoy labrando un sillar.

 

 Por fin
llegamos al tercer cantero, que canturrea una canción mientras trabaja con una
amplia sonrisa. 
Escucha divertido nuestra pregunta y, con los ojos brillantes,
responde:

  

 -¡Estoy
construyendo una catedral!