El postre típico…

Esta es una anécdota histórica que dicen que sucedió al Papa Juan Pablo II en su primer viaje a España. Tras una comida, pidió a quienes estaban con él que le trajeran el postre más típico que hay en España. Se pusieron a pensar y le ofrecieron los que pensaron que eran los postres más típicos ¿torrijas? No, no. ¿crema catalana? No, no. ¿arroz con leche? Nada. Ninguno era el postre «más típico» que había en España. Tras un buen tiempo intentándolo, al final el Papa dijo la respuesta:

Continúa con la anécdota…

«De postre quiero una buena siesta española»…

Y es que no se puede rendir si no hay descanso, si uno no duerme las horas necesarias.