El dolor del escándalo

En una fila de un supermercado de una zona de la alta sociedad me admiraba al ver a una religiosa pagar unos paquetes de almendras  y otras pocos artículos cuando firmó su cheque de más de trescientos dólares me quedé atónito y pensé cuánto necesito esto le Madre Teresa de Calcuta. Mientras unos religiosos se dan la gran vida otros tienen carestía.

Un comentario a esta anécdota ofrecida por un lector de Anecdonet…

Comentario

Cuánto bien se puede hacer y se hace con el traje talar, pues los religiosos y los sacerdotes son Cristo en la sociedad, un espejo donde mirarse; también una escupidera… desde los primeros tiempos del cristianismo. Pero hay que ser cautos y dar siempre buen ejemplo: que nos miran: que aprenden de nosotros: somos pobres y actuamos como tales. Sin tonterías que no entienden los que no están en nuestras cosas (se llaman «familiaridades»).