Al principio de su pontificado, Juan XXIII tuvo que posar para los fotógrafos, para que éstos hicieran las fotografías oficiales del nuevo Papa. En una ocasión, inmediatamente después de posar ante las cámaras, recibió en audiencia a monseñor Fulton Sheen, que era un obispo muy conocido en Estados Unidos porque predicaba en televisión.

Al saludarle, Juan XXIII le manifestó con toda sencillez:

-«Mire, Dios nuestro Señor supo ya muy bien desde hace setenta y siete años que yo había de ser Papa. ¿No pudo haberme hecho más fotogénico?»

(Jesús Azcárate, de Juan XXIII. Yo sólo quise ser un cura rural)

Moraleja: No tomarnos muy en serio y aprender a reírnos de nosotros mismos, y de nuestros defectos y virtudes.