¿Será que para ganar dinero uno tiene que matar su conciencia?
-Cenaba en cierta ocasión Bernard Shaw con unos amigos: un cirujano y un abogado. El abogado quiso probar la capacidad creativa del notable escritor, y lo reto: -¿A que no serías capaz de inventar un cuento protagonizado por un cirujano y un abogado?Tras pensar unos segundos el escritor respondió: -A que sí, verás. Un cirujano abrió a un enfermo. No le encontró ningún órgano dañado, mas para justificar la operación le extirpó la conciencia. Así le pudo cobrar sin remordimiento. El enfermo sanó, pagó al cirujano y, ya sin conciencia, se hizo abogado y ganó mucho dinero.