Contaba Mons Martínez, arzobispo de Granada, que en una ocasión, siendo obispo auxiliar de Madrid, almorzando con el  Papa y otros prelados, alguno tuvo la filial osadía de preguntar cómo era la jornada de un día cualquiera para el Santo Padre. Juan Pablo II, cortésmente les relató con detalle su habitual quehacer. Tras oírle, lleno de compasión, el invitado interpeló: -“Pero, Santo Padre, tendrá algo de tiempo libre”. El Papa, dejando caer el tenedor de postre con el que jugaba dijo sin vacilar ni un instante: – “No, no, si todo es libre”.  

Tomado de  Pedro Beteta, “Anecdotario de la vida de Juan Pablo II” EDICEP 2004