El Abogado y el cirujano 

En una ocasíón cenaba, Shaw, con dos amigos, un cirujano y un abogado. 
El abogado quiso probar la admirable capacidad creativa del escritor, y lo retó:
 -A que no serías capaz de inventar un cuento protagonizado por un cirujano y un abogado?
 -A que sí. Veras: Un cirujano abrió a un enfermo. No le encontró ningún órgano danado, pero para justificar la operación, le extirpó la conciencia. Así le pudo cobrar sin remordimiento. El enfermo sanó, pagó al cirujano y, ya sin conciencia, se hizo abogado y ganó mucho dinero.