Es cierto que la datación realizada en 1988 atribuye al lino de la Síndone una cantidad de Carbono 14 correspondiente a un lienzo de entre 1260 y 1390 pero, todos los datos mencionados y que son al menos igualmente ciertos ¿cómo podrían explicarse? Ni los propios laboratorios, conocedores de los fallos que se producen ocasionalmente en el uso de este método, se atrevieron a asegurar que la Síndone fuera falsa.

Por ello, frente a quienes dieron por terminado el asunto, otros muchos investigadores de todo el mundo siguen preguntándose por la razón de la llamativa discordancia entre este dato y todos los demás. Veamos tres ejemplos:

El biofísico francés Jean-Bautise Rinaudo, investigador de medicina nuclear en Montpelier, atribuye el origen de la imagen sindónica a una irradiación instantánea de protones emitidos por el cuerpo muerto del crucificado, bajo el efecto de una energía desconocida. Rinaudo considera que los átomos implicados en este fenómeno -que ha podido reproducir experimentalmente- son los del deuterio, presentes en la materia orgánica, y formados por un protón y un neutrón. Los protones podrían haber formado la imagen y los neutrones habrían irradiado el tejido, enriqueciéndolo en carbono 14 falseando la datación.

El Dr. Garza Valdés, investigador del «Instituto de Microbiología de la Universidad de San Antonio» (Texas) ha podido comprobar también experimentalmente, con muestras de tela de la Síndone, que sobre la misma abunda -como en otros objetos que contienen sangre- un compuesto biológico formado por hongos y bacterias que no se pueden eliminar con los tratamientos de limpieza que se aplican en la datación por resultado.

También ha estudiado el problema el Dr. Dimitri Kouznetsov, premio Lenin de Ciencias y Director del Laboratorio «E. A. Sedov» de Moscú, y ha realizado un experimento que, por su simplicidad puede tener enorme trascendencia. Sometió una tela del Siglo I, datada correctamente con carbono 14 por los laboratorios de Tucson, (uno de los que analizó la Síndone) a la reproducción de un incendio como el que sufrió la Sábana en 1532. Para sorpresa de todos, una segunda datación -con el mismo método del C14- atribuyó al lienzo una fecha muy posterior. ¡En unos días «rejuveneció» 13 siglos!

No se puede dar por resuelto el enigma ni mucho menos, cuando la tecnología del siglo XX y de este nuevo siglo XXI no es capar de producir una imagen igual. Y el C14 no es infalible… Afirmar que se trata de una falsificación medieval exigiría una explicación mucho menos racional que afirmar que se trata del lienzo sepulcral de Cristo…

Fuente: https://www.aciprensa.com/sudario/carbono14.htm