Comedia, drama y tragedia.

Se ha dicho que “el que juega con el sexo acaba convertido en un juguete del sexo”. Lo mismo ocurre en el amor y en el noviazgo. Conviene tomarlo en serio.

Cuando del noviazgo se hace una comedia, el matrimonio puede resultar un drama. Y el “veneno”, como cualquier otro falso recurso, hace que el drama termine en tragedia.

Intervenía en un acto público el famoso político inglés Lloyd George, y entre los asistentes había una señora de notable fealdad, que no hacía más que molestarle. En un momento, extremando su hostilidad, lanzó estos ex abruptos:

¡Villano!. ¡Mal nacido!… ¡Si hubiera sido usted mi esposo le habría envenenado!…

El político, extremando su flema, contestó:

Si yo fuera su marido, el veneno lo tomaría voluntariamente.