VIRUTA DE MADERA PRECIOSA:
ESCUCHA EL CONSEJO DE TU ENEMIGO
El alcance del pecado 
 El ir en pecado es como llevar un paquete de azúcar roto. 
Por los altavoces de un supermercado:
 «Se ruega a la señora que lleva un paquete de azúcar roto, se quede parada donde está hasta que le alcance el chico de la limpieza».