VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
La oración, es la fuerza del hombre y la debilidad de Dios.
Fortaleza: Tomar decisiones
La lógica de los perros. 

El concejal Trafford se opone al aviso propuesto para la entrada del Parque Sur: «Prohibido introducir perros en este parque si no van cogidos de la correa». El concejal observó que esta ordenanza no prohibe al propietario soltar su perro o sus perritos de la correa una vez entrados en el parque. El presidente (coronel Wine): ¿Qué otra solución propondría usted, señor concejal? 
Concejal Trafford: «Prohibidos en este parque los perros sin correa». 
Concejal Hogg: Me opongo, señor presidente. La orden debe dirigirse a los propietarios de los perros, no a los perros. 

SIGUE…

Concejal Trafford: Una bonita objeción. Muy bien: «Prohibida en este parque la presencia de propietarios de perros si no los llevan de la correa».
Concejal Hogg: Me opongo, señor presidente. Hablando apropiadamente, eso me prohibiría, en mi calidad de propietario de perro, dejar mi perro en el patio de casa y pasear por el parque con mi mujer.
Concejal Trafford: Señor presidente, propongo que nuestro legalista amigo redacte él mismo el aviso.
Concejal Hogg: Señor presidente, puesto que el concejal Trafford considera tan difícil mejorar mi propia redacción original, acepto dar otro texto: «No se admite en este parque a nadie que no lleve a su perro de la correa».
Concejal Trafford: Protesto, señor presidente: hablando apropiadamente, ese aviso me prohibiría, como ciudadano que no tiene perro, pasear por el parque a menos que me compre antes un perro.
Concejal Hogg (algo acalorado): Bueno, es muy sencillo: «Hay que traer los perros atados a este parque».
Concejal Trafford: Protesto, señor, presidente. Eso es como una orden a todo el pueblo para que traiga sus perros al parque. El concejal Hogg interpone una observación por la cual se le llama al orden; tras haberla retirado, se dispone que la observación se elimine del acta. El presidente: Concejal Trafford, el concejal Hogg lo ha intentado tres veces y usted sólo dos…
Concejal Trafford: «Todos los perros tienen que estar atados en este parque».
El presidente: Ya estoy viendo al concejal Hogg levantarse con razón para proponer otra enmienda. ¿Me permiten ustedes que me anticipe yo? «Todos los perros presentes en este parque tienen que estar atados». Se pasó a la votación de esta última redacción y se aprobó por unanimidad, con dos abstenciones.