Tres amigos fuimos a casa de uno de ellos y decidimos hacer la ouija. Tras unos intentos no conseguimos contactar con nadie ni con nada y decidimos intentarlo una última vez. La moneda con la que estábamos haciéndolo se empezó a mover, nosotros, creyendo que era un juego pero en el fondo muy asustados, le hacíamos preguntas estúpidas. El espíritu era una niña de unos 5 años llamada Anastasia nos dijo que había sido asesinada por su madre en esa misma casa. Tras rato de entretenimiento uno de nosotros tuvo que irse y los demás lo acompañamos.

Al día siguiente, lo volvimos a hacer y nos salió lo mismo. Entonces tuve que irme a misa de un difunto familiar y decidimos dejarlo por segunda vez pero mis amigos siguieron con ello. Cuando llegué a la casa donde estaban todos, estaban hablando con Lucifer y a una amiga le dijo que iba a acabar con ella y con su padre en un día especial. Nosotros no le dimos mayor importancia ya que pensábamos que eran meramente tonterías.

Un mes más o menos después murió, el día de mi cumpleaños.

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