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EL PRIMER AMOR (TURGUÉNEV, IVAN)
Una nit, recordant els vells temps amb dos amics, Vladímir Petróvich rememora el seu primer amor. Amb setze anys, passa l'estiu a la finca dels pares, quan s'enamora apassionadament de la jove Zinaïda, de vint-i-un. No és l'únic, ja que els encants de la noia atreuen un eixam de pretendents, i la seva passió no corresposta aviat es transformarà en turment, tot i que desconeix qui és el seu rival principal. El primer amor és una mostra magistral del talent de Turguénev per plasmar les sinuositats de l'ànima humana, amb un retrat commovedor i poètic de l'amor adolescent, tan tendre, tan mal·leable, tan dolorós. Per a Turguénev l'amor era «una sensació que no hauria sabut anomenar, però que ho contenia tot: tristesa, alegria, pressentiment del futur, desig i por de la vida». «Per a mi Turguénev és el més gran escriptor de tots els temps.» (Ernest Hemingway)

DOS AMIGOS (TURGUÉNEV, IVAN)
Viazovnín, un hombre de mundo al que la fortuna ha dejado de sonreír, decide volver a la finca familiar, donde entabla amistad con su vecino Krupitsyn, a pesar de que poco tienen en común: uno es culto y elegante, y el otro, descuidado regordete y poco leído. Los dos amigos dejan pasar los días tranquilamente, hasta que Krupitsyn aconseja a Viazovnín que se case y que ponga orden en su vida, y se ofrece para presentarle unas cuantas candidatas que bien podrían merecer su consideración. Pero ¿cómo elegir a la más conveniente? Y, sobre todo, ¿qué supondrá la aparición de un mujer en su amistad, hasta entonces inquebrantable?

DIARIO DE UN HOMBRE SUPERFLUO (IVÁN S. TURGUÉNEV)
Siendo Iván Serguéievich Turguénev el más europeo de cuantos escritores produjo la Rusia del XIX y habiendo sido su obra profusamente traducida a la mayoría de las lenguas occidentales, llama la atención que tan sólo ahora, en los albores del siglo XXI, se dé a conocer al lector español el Diario de un hombre superfluo (1850), un texto clave, fundamental no sólo en la trayectoria de su autor, sino para toda la literatura rusa decimonónica. Esta condición de texto clave no se debe ciertamente a la historia contada en la novela, la cual, aunque espléndidamente narrada - no en vano salió de la pluma del rey indiscutido del verbo ágil y elegante-, no deja de ser el relato de una frustación y un fracaso, y ¡cuántos fracasos y frustraciones no se habían escrito antes y después del Diario! Tampoco se debe a otro de los magisterios turguenevianos tantas y tantas veces demostrado, como es la pintura del retrato psicológico de un héroe - o tal vez, en este caso, debiéramos decir de un "antihéroe"-. No: si hablamos del Diario en términos de texto clave es por lo significativo de las palabras del título, por ese inmenso hallazgo terminológico que para la literatura rusa supuso la acuñación de la expresión lishni chelovek: el "hombre superfluo".