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ARARAT (LOUISE GLÜCK)

En nuestra familia, todos aman las flores. Por eso las tumbas nos parecen tan extrañas: sin flores, sólo herméticas fincas de hierba con placas de granito en el centro: las inscripciones suaves, la leve hondura de las letras llena de mugre algunas veces… Para limpiarlas, hay que usar el pañuelo. Pero en mi hermana, la cosa es distinta: una obsesión. Los domingos se sienta en el porche de mi madre a leer catálogos. Cada otoño, siembra bulbos junto a los escalones de ladrillo. Cada primavera, espera las flores. Nadie discute por los gastos. Se sobreentiende que es mi madre quien paga; después de todo, es su jardín y cada flor es para mi padre. Ambas ven la casa como su auténtica tumba. No todo prospera en Long Island. El verano es, a veces, muy caluroso, y a veces, un aguacero echa por tierra las flores. Así murieron las amapolas, en un día tan sólo, eran tan frágiles… “Amante de las flores”, Louise Glück

LAS SIETE EDADES (GLÜCK, LOUISE)
En mi primer sueño el mundo parecía lo salado, lo amargo, lo prohibido, lo dulce En mi segundo sueño descendía, era humana, no veía nada de nada bestia como soy debía tocarlo, contenerlo me escondí en la arboleda, trabajé en los campos hasta que quedaron yermos un tiempo que nunca volverá- el trigo seco en gravillas, cajones de higos y aceitunas Hasta amé alguna vez, a mi manera repugnante, humana y como todo el mundo llamé a ese logro libertad erótica, por absurdo que parezca El trigo cosechado, almacenado; seca la última fruta: el tiempo que se acumula, sin usar, ¿también termina? “Las siete edades” de Louise Glück

AVERNO (GLÜCK, LOUISE)
Entre el bien y el mal hubo una guerra. Decidimos que el cuerpo fuese el bien. Eso hizo que el mal fuese la muerte, que el alma se volviera completamente en contra de la muerte. Como un soldado que desea servir a un gran señor, el alma desea cerrar filas con el cuerpo. Se puso en contra de la oscuridad, en contra de las formas de la muerte que reconocía. De dónde viene la voz que dice: y si la guerra fuese el mal, que dice y si fue el cuerpo el que nos hizo esto, nos hizo tener miedo del amor. “Lago en el cráter”, de Louise Glück. Louise Glück es autora de más de nueve libros de poesía y de una colección de ensayos, Proofs and Theories, que obtuvo el Premio PEN/Martha Albrand. Fue galardonada con el Premio Nacional de la Crítica por The Triumph of Achilles, el Premio Pulitzer por The Wild Iris (El iris salvaje, Pre-Textos, 2006), y el primer Premio otorgado por los lectores del New Yorker, además del Premio Bollingen, por Vita Nova. Entre otros, cuenta también con el Premio Nacional Bobbit otorgado por la Biblioteca del Congreso, el Premio William Carlos Williams otorgado por la Asociación de Poetas de Estados Unidos, el Premio Fundación Lannan y el Premio Ambassador, otorgado por la Unión de Hablantes de lengua inglesa. Louise Glu?ck es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras y profesora en el Williams College. Vive en Cambridge, Massachusetts. La editorial Pre-Textos también publicó su libro de poemas Ararat, en 2008 y Las siete edades, en 2011.

PRADERAS (GLÜCK, LOUISE)
El gran hombre le da la espalda a la isla. Su muerte no sucederá ya en el paraíso ni volverá a oír los laudes del paraíso entre los olivos, junto a las charcas cristalinas bajo los cipreses. Da comienzo ahora el tiempo en el que oye otra vez ese latido que es la narración del mar, al alba cuando su atracción es más fuerte. Lo que nos trajo hasta aquí nos sacará de aquí; nuestra nave se mece en el agua teñida del puerto. Ahora el hechizo ha concluido. Devuélvele su vida, mar que sólo sabes avanzar. «La decisión de Odiseo», de Louise Glück. Louise Glück es autora de más de nueve libros de poesía y de una colección de ensayos, Proofs and Theories, que obtuvo el Premio PEN/Martha Albrand. Fue galardonada con el Premio Nacional de la Crítica por The Triumph of Achilles, el Premio Pulitzer por The Wild Iris (El iris salvaje, Pre-Textos, 2006), y el primer Premio otorgado por los lectores del New Yorker, además del Premio Bollingen, por Vita Nova. Entre otros, cuenta también con el Premio Nacional Bobbit otorgado por la Biblioteca del Congreso, el Premio William Carlos Williams otorgado por la Asociación de Poetas de Estados Unidos, el Premio Fundación Lannan y el Premio Ambassador, otorgado por la Unión de Hablantes de lengua inglesa. Louise Glück es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras y profesora en el Williams College. Vive en Cambridge, Massachusetts. La editorial Pre-Textos también publicó su libro de poemas Ararat en 2008, Las siete edades y Averno en 2011 y Vita nova en 2014.

VITA NOVA (GLÜCK, LOUISE)
Louise Glück es autora de más de nueve libros de poesía y de una colección de ensayos, Proofs and Theories, que obtuvo el Premio PEN/Martha Albrand. Fue galardonada con el Premio Nacional de la Crítica por The Triumph of Achilles, el Premio Pulitzer por The Wild Iris (El iris salvaje, Pre-Textos, 2006), y el primer Premio otorgado por los lectores del New Yorker, además del Premio Bollingen, por Vita Nova. Entre otros, cuenta también con el Premio Nacional Bobbit otorgado por la Biblioteca del Congreso, el Premio William Carlos Williams otorgado por la Asociación de Poetas de Estados Unidos, el Premio Fundación Lannan y el Premio Ambassador, otorgado por la Unión de Hablantes de lengua inglesa. Louise Glück es miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras y profesora en el Williams College. Vive en Cambridge, Massachusetts. La editorial Pre-Textos también publicó su libro de poemas Ararat, en 2008, Las siete edades y Averno, en 2011. Se me secó el alma. Como un alma arrojada al fuego, pero no del todo, no hasta la aniquilación. Sedienta, siguió adelante. Crispada, no por la soledad sino por la desconfianza, el resultado de la violencia. El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo, a quedar expuesto un momento, temblando, como antes de tu entrega a lo divino; el espíritu fue seducido, debido a su soledad, por la promesa de la gracia. ¿Cómo vas a volver a confiar en el amor de otro ser? Mi alma se marchitó y se encogió. El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado grande para ella. Y cuando recuperé la esperanza, era una esperanza completamente distinta. "El vestido", de Louis Glück