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Resultados de la búsqueda para: SAN PEDRO DE ALCÁNTARA
Se ha hecho célebre la frase de Karl Rahner: «El cristiano del futuro será un místico, o no será ya cristiano». A procurar que eso tan bello sea verdad, esperanza de verdad, viene esta colección de Místicos franciscanos españoles, en cuatro tomos. La colección es un esfuerzo editorial realizado, hombro con hombro, entre la Conferencia de Superiores Mayores Franciscanos Españoles y la BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS. La BAC se ha destacado por la promoción de una lectura religiosa básica, escogida, seria, con valores de siempre para el hombre de hoy. Con esta colección viene a prestar a todos, una vez más, un buen servicio. Y actualísimo. Una radiografía psicológica de nuestra sociedad sería, para nuestro intento, una radiografía de contraste: las sombras del materialismo rampante, el erotismo obsesivo, la angustia vital suicida, etc.; y las luces imprecisas de una innegable nostalgia de Dios, y su búsqueda por los caminos esotéricos o foráneos de las culturas orientales, el sincretismo religioso, los reinos de taifas de las sectas, etc. A unos y a otros, y como un buen diagnóstico, la diafanidad y la alegría franciscana de estos clásicos de la letra y del espíritu puede traerles la revelación del amor divino y cristiano, con el aliento de su mejor prueba: ¡la experiencia de ese amor en alto vuelo! Digámoslo con este juicio de Menéndez y Pelayo: «Desde los tiempos del abrasado Serafín de Asís, parece que los franciscanos han tenido vinculada la filosofía del amor. Los libros más clásicos y bellos acerca del amor de Dios durante el siglo xvi son debidos a plumas de Frailes Menores». A conocerlos invitamos a cuantos los quieran disfrutar. Por la lectura, a la afición; por la afición, al aprendizaje de la oración y la contemplación; por la mística conocida, a la mística vivida. La colección se estrena con buen pie: con la vida y escritos de San Pedro de Alcántara, maestro buscado y querido de Santa Teresa, de quien ella decía que era «muy sabroso en palabras y de muy lindo entendimiento». Y páginas adelante se encontrará el lector también con Fray Francisco de Osuna, el autor que encantó y aprovechó a la misma Santa Teresa durante muchos años. Los textos de las obras seleccionadas son absoluta-mente fiables desde el punto de vista crítico y filológico.
Con toda la red de carreteras completamente actualizada. Incluye numerosas poblaciones, desde capitales de provincia a las más pequeñas, y nomenclátor para localizarlas. Con gran número de símbolos turísticos (lugares de interés, iglesias, monumentos, estaciones de servicio, balnearios...) Claro diseño y tipografía fácilmente legible. La cartografía digital Everest emplea los más avanzados sistemas de información por satélite para garantizar la máxima fiabilidad de sus planos y mapas.
El Tratado de la oración y meditación de san Pedro de Alcántara, una obra muy representativa dentro del género de guías espirituales, fue uno de los manuales de oración que contó con mayor número de ediciones y que alcanzó una enorme difusión tanto en España como en América, incluso en los dos siglos posteriores a su aparición. La presente edición actualiza el lenguaje de la edición de Medina del Campo de 1587, testimonio que contiene una licencia de publicación de 1565, por ahora la referencia cronológica expresa más antigua de una tradición textual ininterrumpida, ya en vida del autor, de El Tratado de la Oración y meditación. Cinco siglos después, el testimonio de Medina vuelve a ver la luz para difundir el mensaje de un místico y extremeño universal, san Pedro de Alcántara, e insertar su obra en un lugar prominente dentro del vasto panorama de la literatura espiritual áurea.
En el 50º aniversario de la declaración de san Pedro de Alcántara como patrono de Extremadura, el obispo de Coria-Cáceres nos acerca a la figura de este humilde franciscano entregado con pasión y sencillez a la gloria de Dios y a la santificación de los demás, dedicado en cuerpo y alma al confesionario, la dirección espiritual, la predicación y la oración. Vivió en el siglo XVI, marcado por la Contrarreforma, el descubrimiento y evangelización del Nuevo Mundo; un tiempo de grandes reyes, grandes teólogos y grandes santos: Ignacio, Teresa, Francisco de Borja, Juan de la Cruz, Javier, Juan de Ávila
Mons. Francisco Cerro nos introduce de forma sencilla «en el corazón de la espiritualidad de este santo, que, como todos los santos, es de ayer, de hoy y de siempre, porque ha conectado con la eterna novedad del Evangelio».
