Nacido con una cuadriplejia espástica, Rick Hoyt ha sido valorado por numerosos médicos. Ellos aconsejaron a sus padres. Dick y Judy, ingresar a su hijo mayor en una institución especializada, pero ellos se negaron. Estaban decididos a darle a su hijo las mismas oportunidades posibles de llevar una vida normal y para ello, se aseguraron de incluir a Rick en todas las actividades cotidianas que desarrollaban y especialmente en las que involucraban también a sus otros dos hijos, Rob y Russ. En casa la situación era más sencilla, pero en el mundo exterior se tornaba complicada. Fueron varias veces rechazados por directores de escuelas que se negaban a incluir a Rick en los programas. La madre de Rick trabajó sin descanso para ayudar a preparar y presentar un decreto estatal, la Ley 766, que fue la primera reforma sobre la Educación Especial en los Estados Unidos. Como resultado, Rick y otros niños f ísicamente impedidos tienen la posibilidad de atender a las escuelas públicas en el estado de Massachusetts. Un día Rick le pidió a su padre inscribirse en una carrera de caridad, pero la historia tuvo un giro inesperado: Rick también quería participar. Dick nunca había corrido en una carrera atlética antes, pero el reto mayor era tener que empujar la silla de ruedas de su hijo al mismo tiempo. Pero una vez más los Hoyt estaban dispuestos a superar cualquier obstáculo que estuviera en su camino. Hoy en día, después de un millar de carreras, incluyendo numerosas maratones y triatlones, Dick Hoyt continúa empujando la silla de ruedas de su hijo. Conocidos con afecto por todo el mundo como el equipo Hoyt, ellos poseen esa devoción incondicional que continúa inspirando a millones de personas y con orgullo llevan su lema: 'Sí, tú puedes' a todos los que se cruzan en su camino.