Trata de los precedentes históricos que enmarcan la creación de la Diócesis santanderina y la forma en que ésta se llevó a cabo a mediados del siglo XVIII. La importancia de sus fronteras radica en algo más que en un tema conflictivo de competencias, atribuciones o beneficios, es un asunto que afecta directamente a la responsabilidad moral. La Iglesia se encarna en las coordenadas del tiempo y del espacio. Como un organismo vivo, nace y se desarrolla en diversas fases y vicisitudes.