La concesión en 1977 a Vicente Aleixandre del premio Nobel vino a ser el reconocimiento de una obra con un singular universo poético, comparable no sólo a las obras de los más célebres poetas españoles de su tiempo, sino también a las de T. S. Eliot y W. H. Auden, con las que mantiene grandes paralelismos. En la poética de Aleixandre destacan la capacidad de transmitir una visión onírica, sensual y panteísta de la existencia humana, el profundo afán de incorporar las más diversas corrientes con un sello personal e inconfundible, y una apuesta por la poesía entendida como comunicación. Sirviéndose de una ingente documentación inédita —obtenida en gran parte de la correspondencia del autor, como la que mantuvo con el pintor Guillermo Prieto—, Emilio Calderón ha elaborado la primera biografía completa de Aleixandre. La presente biografía nos acerca a su infancia en Sevilla y Málaga, a su deslumbrado descubrimiento de la poesía, a los amigos que frecuentó —de Emilio Prados a Carlos Bousoño—, a su quebradiza salud y a su ingreso en la Real Academia Española. También nos desvela su reservada vida amorosa, la posición que mantuvo durante la guerra y el franquismo, su intento de exiliarse en febrero de 1938, finalmente frustrado por cuestiones burocráticas, y su relación con diversas generaciones de poetas —entre ellos, Luis Antonio de Villena, Jaime Gil de Biedma, Vicente Molina Foix y Pere Gimferrer—. Incluso nos descubre su casa de Velintonia, convertida hoy en lugar de culto, y los sinsabores derivados de su testamento. Gracias a la fuerza narrativa de Emilio Calderón, Vicente Aleixandre, el poeta español más complejo y completo de nuestra literatura reciente, recibe por fin la atención que merece.