Se trata de la urgente necesidad que tenemos las mujeres de empoderarnos, sin dejar de ser suaves y femeninas, sabiendo amarnos y aceptarnos tal y como somos, siendo fieles a nosotras mismas, tratando de pensar con el corazón como fuente de verdadero poder, y en una palabra, a ser nosotras mismas "nuestras amadas", porque ese es el único camino que conduce a nuestra ansiada felicidad y plenitud.