¡Qué largo camino el recorrido por el tomate desde su nacimiento en América del Sur, probablemente en Perú, hasta nuestra mesa! Rojo, anaranjado, verde, amarillo o incluso blanco, liso o acanalado, redondo o alargado, los incas ya habían seleccionado numerosas variedades. Desde las variedades de tomate más grandes hasta los pequeños tomates cherry, el único problema es elegir los mejores para llevarlos a la cocina. Crudos en las ensaladas, aliñados con un simple chorrito de aceite de oliva, en potajes calientes o fríos, cocidos al horno, rellenos o gratinados... Además, los tomates permiten también ser guardados en conserva. En fin, se adaptan... a todos los gustos.