Música medieval y renacentista (c. 1000 c. 1600)



LA LIBERTAD VERTICAL . CONVERSACIONES SOBRE LA SAGRADA FAMILIA (SOTOO, ETSURO)
Éste es un libro sobre el Templo de la Sagrada Familia, diferente de todos los demás que se pueden encontrar en las librerías. En él se recogen las conversaciones con un testigo excepcional de la experiencia humana y artística de Gaudí: Etsuro Sotoo, el jovencísimo (hoy maduro) escultor japonés que llegó hace más de treinta años a Barcelona y quedó fascinado por el misterio que latía en y detrás de aquellas piedras. La atención a la obra de Sotoo en La Sagrada Familia, inseparable de su mirada ensimismada y profunda hacia Gaudí y, sobre todo, «hacia donde él miraba», junto a las magníficas y nuevas fotografías de Marc Llimargas, el más importante fotógrafo de la obra de Gaudí, hacen de este libro un auténtico «poema visual». El texto del libro, realizado a partir de conversaciones con el escrultor japonés, permite ensimismarnos con el sentido y la espiritualidad del templo de Gaudí, a través de los ojos de quien probablemente mejor representa la continuidad del espíritu del genial artista. Un libro que merece la pena tener y regalar.

EL LLIBRE VERMELL . CANTOS Y DANZAS DE FINES DEL MEDIOEVO (GÓMEZ MUNTANÉ, MARICARMEN)
El siglo XIV en España nos ha dejado dos importantes monumentos musicales: el códice musical de Las Huelgas en Burgos, copiado en los albores del siglo, y el Llibre Vermell de Montserrat, copiado casi al final. El códice de Las Huelgas es una amplia colección de música sacra firmemente fundada en la tradición que venía de la catedral de Notre Dame en París, con toda la sofisticación de ese centro, pero con un enfoque relativamente estrecho, limitado al equivalente musical del «mester de clerecía». Sin embargo, la parte musical del Llibre Vermell es una pequeñísima colección de piezas de muy diversa índole, y en gran parte con características insólitas, que han llamado la atención de historiadores y sobre todo de ejecutantes, los cuales con frecuencia proyectan sobre este repertorio sus propias fantasías de un Medioevo español imaginario, aguijoneadas por el hecho de que ya en el siglo XIV Montserrat era, paradójicamente, un lugar al mismo tiempo exótico y cosmopolita. El resultado ha sido un número de ediciones y de grabaciones, donde lo histórico y lo imaginario (e incluso lo más contemporáneo) se mezclan en combinaciones que probablemente hubieran asombrado a los músicos del siglo XIV, pero en las cuales la vida y el valor artístico de las piezas brillan aun a través de todo lo que se les ha añadido. En este nuevo estudio y edición, Maricarmen Gómez Muntané, catedrática de Música Antigua en la Universidad Autónoma de Barcelona y la más importante historiadora sobre la música en la Corona de Aragón a fines del Medioevo, acopla una vasta erudición musical, histórica y cultural con una aguda sensibilidad estética, para presentarnos algo así como lo que la restauración de la Capilla Sixtina hizo para nuestro entendimiento del color en la pintura de Miguel Ángel. Una presentación de la música en toda su prístina claridad, con un estudio profundo de las tradiciones culturales que subyacen detrás de cada una de las piezas, con todas sus idiosincrasias. Algo que es muy valioso para los estudiosos como para los ejecutantes, y que hace más claro que nunca el valor artístico y cultural de las joyas musicales del Llibre Vermell.

CARLOS V MÚSICO (VAN DER STRAETEN, EDMOND)
CARLOS V MÚSICO constituye un curioso y cuidado estudio de una de las aficiones que el Emperador cultivó a lo largo de toda su vida: la música. Una temprana vocación, alimentada por su tía Margarita, también melómana, y guiada por el gran organista Henry de Bredemers, fue evolucionando en un Carlos niño que tomaba la espineta y el clavicordio tan pronto como se veía libre de otros estudios, y pronto pasó a intentar la composición. Bredemers dirigía con sabia mano los pequeños conciertos en los que, junto a sus hermanas Leonor, María e Isabel, se ejercitaba Carlos. El maestro Bredemers llegó a ocupar un lugar importante en el círculo íntimo del Emperador, al que acompañó a España en 1517. Fruto de la vocación musical del futuro emperador sería la canción titulada Mille Regrets, su favorita, composición de Josquin Deprés, incluida en el tratado de Luis de Narváez, titulado El Delfín de la música, Valladolid, 1538, arreglada para vihuela de mano, de la que se incluyen las partituras. La música siguió ocupando un lugar central durante su retiro en Yuste, acompañando a los chantres en sus cánticos, y controlando todo lo relativo a su capilla. El maestro Francisco Guerrero viajó desde Sevilla a Yuste, llamado para alguna misión relacionada con la música.