Este cuento tradicional de origen inglés, conocido también por su versión cinematográfica, se presenta de nuevo en versión editorial bajo la forma de un cuento-juego. La historia se narra e ilustra mediante 20 fichas que se combinan para formar una única gran imagen de 68 × 81 cm, como si se tratara de un fantástico rompecabezas que se va descubriendo a medida que se sigue el orden narrativo. Las ilustraciones, ricas en colorido y en detalles, están integradas en un texto sencillo y claro, escrito con letras mayúsculas en la parte posterior de cada una de las fichas y en minúsculas en el interior del estuche.