En la actualidad, los economistas y los historiadores debaten sobre el papel desempeñado por las instituciones y los estados en el desarrollo económico a largo plazo durante la Época Moderna. Por lo general, se asume que únicamente en los países del Atlántico norte, el estado y los derechos de propiedad se configuraron de tal modo que serían capaces de generar crecimiento económico a gran escala. De hecho, la aplicación de esta perspectiva ha acentuado el tópico de una cierta ineficacia de las instituciones del mundo mediterráneo y ofrece una visión estereotipada del papel del estado. Este libro pretende ser una contribución crítica que establezca sinergias con los economistas actuales y coadyuve a la comprensión de la historia económica en las sociedades preindustriales del sur de Europa.