La vida de Alice cambia por completo cuando es obligada a abandonar el internado en el que vive para trabajar en Kavanagh Hall, una apartada mansión, lejos de la ciudad. Tendrá que hacer frente a un inquietante destino impuesto por la directora, lleno de temores y malos presagios, personificados en la figura de la banshee. La muerte es una constante amenaza y un amuleto rúnico y una cruz celta, la salvación.