Durante siglos se ha pensado que el deterioro de la memoria era un rasgo característico de la vejez y, dado que es uno de los síntomas fundamentales del alzhéimer, hay quien piensa que esta es una enfermedad inevitable. Según Patrick Holford, esta creencia es falsa, pues el alzhéimer es una enfermedad en sí misma que, en la mayoría de los casos, se debe a una combinación de distintos factores que coinciden en una misma persona. Del mismo modo que no hay nada inevitable en las enfermedades del corazón, tampoco lo hay en la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer puede prevenirse, y los gobiernos también han de ser conscientes de ello.