En la siguiente anécdota que le ocurrió a San Josemaría se puede ver el buen carácter que tenía: «llamaron a un peluquero. Como estaba cortando el pelo a un sacerdote, empezó a hablar de la ermita de su  pueblo, en la que hay dos santas que la cuidan, que se alimentan de hierbas.San Josemaría le dijo que si se alimentan de hierba, más que santas, serán cabras  (bromeando). Al acabar, el peluquero en cuestión decía que con ese sacerdote él se iría al fin del mundo.»