Otros avisos del Cielo.

En la noche del 1o. de diciembre de 1885 el seminarista Viglietti se despertó asustado al oír gritos que salían de la habitación de Don Bosco. Corrió hacia allá y encontró al Santo que decía: – ¡Ay de mí. Ay de mí! ¡Auxilio! ¡Auxilio! Viglietti le preguntó:- ¿Don Bosco, se siente mal? Y él, despertándose, le respondió: – Es que estaba casi ahogado por cosas que estaba soñando y que me fatigan.

Y al día siguiente mientras desayunaba narró cuál era la causa de sus gritos: – Durante cuatro noches he visto en sueños una larga fila de salesianos llevando cada uno un cartel con un número. En uno se leía 70, en otros 62, en otro 30. y cada salesiano iba y se sentaba sobre una tumba. Y allí pude ver muchos detalles acerca de la fecha y el sitio y las circunstancias de la muerte de cada uno. Yo asustado gritaba y esos gritos me dejaban los pulmones destrozados.

Nota: Muchos años después de la muerte del Santo, un salesiano escribió un libro titulado: “Cada día con Don Bosco”, y allí señala más de 40 casos de salesianos a quienes Don Bosco les dio datos misteriosos acerca del cuándo y el modo de su muerte.

Comparando los datos de sus Cartas Mortuorias con lo que ellos habían contado en vida que Don Bosco les había anunciado, se encuentra una precisión maravillosa. Es que sus sueños eran verdaderos anuncios del futuro.