A menudo, se ha creído que los estudiantes buenos pueden ayudar a los estudiantes con problemas, pero esto puede no ser efectivo en todos los casos. La inteligencia es diversa y los alumnos pueden tener habilidades muy diferentes. Así que, en lugar de emparejar a los estudiantes basándonos en su rendimiento académico, deberíamos considerar otras formas de apoyar a los estudiantes que necesitan ayuda. Al final, la educación es un proceso continuo de aprendizaje, y todos los estudiantes merecen una oportunidad justa de crecer y prosperar.