Los abuelos son aliados naturales de los niños. Un anciano quería explicar los valores de la familia a su nieto. Lo hizo con el siguiente ejemplo:
Un abuelo está con un niño de corta edad, su nieto. El niño juega con una ramita.
El abuelo le invita: -dóblala; a ver si la rompes.
El niño lo hace así, y rompe la ramita.
– Ahora toma varias ramitas juntas.
El niño las toma en la mano.-¡a ver si las rompes ahora! El niño no pudo romperlas.
– ¿ves? Eso se parece a la familia. Juntos no hay quien nos rompa.
(Josemaría Ivars Rodríges, Valencia)