Flavio Valerio Constantino, también conocido como Constantino el Grande, fue un emperador romano que gobernó desde su proclamación por sus tropas en el 306 hasta su muerte en el 337.

Es conocido por haber sido el primer emperador en detener la persecución de los cristianos y dar libertad de culto al cristianismo y a todas las demás religiones en el Imperio romano con el Edicto de Milán en 313. Además, refundó la ciudad de Bizancio, llamándola Constantinopla y facilitó la convocatoria del Primer Concilio de Nicea en 325, que produjo la declaración de la creencia cristiana conocida como el Credo de Nicea.

Se considera que esto fue esencial para la expansión del cristianismo, y aunque fue bautizado cuando ya se encontraba en su lecho de muerte, es presentado como el primer emperador cristiano por muchos historiadores.