Es una conducta autolesiva que algunas personas, especialmente adolescentes, realizan. Consiste en cortarse la piel con objetos afilados, como cuchillas o navajas, con la intención de causar dolor y liberar emociones intensas, como la tristeza, la ira o la ansiedad. Aunque las heridas suelen ser superficiales y no buscan el suicidio, es una conducta peligrosa que puede tener consecuencias físicas y emocionales a largo plazo. Es importante buscar ayuda de profesionales de la salud mental si se presenta esta conducta o si se conoce a alguien que la está realizando.