Kenny, un muchacho de la ciudad, le compró un burro a un viejo campesino por 100 dólares.El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente. Pero, al día siguiente… El campesino: Lo siento, pero tengo malas noticias, el burro se ha muerto.  Kenny: Bueno, entonces devuélvame mi dinero. El campesino: No puedo, ya me lo he gastado. Kenny: No importa, entrégueme el burro. El campesino: ¿Y para qué? ¿Qué vas a hacer con él? Kenny: Lo voy a rifar.  El campesino: ¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto? Kenny: Es que no le voy a decir a nadie que está muerto.
Un mes después de este suceso, el campesino encontró nuevamente a Kenny, y… El campesino¿Qué pasó con el burro? Kenny: Lo rifé. Vendí 500 papeletas a dos dólares cada una y gané 998 dólares. El campesino¿Y nadie se quejó? Kenny: Sólo el ganador, a él le devolví sus 2 dólares. Kenny creció, y cuando fue mayor pasó a ocupar la dirección de la compañía ENRON (O de La Banca, con la estafa de las preferentes…).