Amor de madre

Hace años una madre viuda, joven, viajaba a pie por las montañas de Escocia cuando le sorprendió una tempestad de nieve que le impidió llegar a su destino.

A la mañana siguiente al hallarle helada, descubrieron que se había quitado toda su ropa exterior para abrigar con ella a su hijito a quien encontraron vivo gracias a tal protección.

El Pastor que ofició el entierro de esta madre abnegada, solía contar con frecuencia esta historia como ilustración del amor de Dios.

Una noche el Pastor contó una vez más esta emocionante historia y pocos días después recibió recado para visitar a un hombre muy enfermo quien le dijo:

Usted no me conoce, porque aunque he vivido muchos años en esta ciudad nunca asistía a las iglesias; pero el otro día pasé por delante de su Iglesia y oyendo cantar, entré, escuché la historia del amor de madre en ese trágico suceso, me sorprendió cómo explicó usted tan claramente que tal amor es una ilustración del amor de Cristo que dio su vida por nosotros, que por primera vez comprendí la grandeza de este amor.

Yo soy aquel hijo por el cual su madre murió helada y he querido hacerle saber que mi madre no murió en vano.

Quiero dar mi vida por Cristo: El sacrificio de mi madre me servirá para salvar mi cuerpo y mi alma.