Querido esposo,

Hoy me siento llena de emociones encontradas al escribirte esta carta de despedida. Han sido muchos años juntos, compartiendo risas, lágrimas, alegrías y desafíos. Nuestro amor ha sido el faro que nos ha guiado a lo largo de nuestro camino, pero ahora ha llegado el momento de tomar caminos separados.

No puedo negar que este paso es doloroso, ya que hemos construido una vida hermosa llena de recuerdos inolvidables. Cada momento que hemos compartido ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Siempre llevaré conmigo los momentos de felicidad que hemos experimentado juntos, así como las lecciones y el crecimiento personal que hemos alcanzado en nuestra relación.

A lo largo de estos años, hemos aprendido a amarnos y a apoyarnos en cada situación, pero también hemos aprendido a aceptar nuestras diferencias y a enfrentar los desafíos que la vida nos ha presentado. Agradezco profundamente tu amor incondicional y la forma en que siempre has estado a mi lado, brindándome fuerza y aliento.

Sin embargo, en nuestro viaje, hemos llegado a un punto en el que ambos necesitamos encontrar nuestro propio camino hacia la felicidad y la realización personal. A veces, la mayor muestra de amor es permitir que la otra persona sea libre y encuentre su propia felicidad, aunque eso signifique seguir adelante por separado.

Quiero que sepas que mi amor por ti nunca disminuirá. Los recuerdos que hemos creado juntos serán siempre una parte valiosa de mi vida. Aunque nuestra relación se transforme y tome nuevos rumbos, siempre te llevaré en lo más profundo de mi ser.

Deseo que encuentres la felicidad y el amor que mereces en esta nueva etapa de tu vida. Sé que ambos seremos capaces de seguir adelante y encontrar nuestra propia paz interior.

Gracias por todos los momentos compartidos, por tu amor incondicional y por enseñarme tanto a lo largo de estos años. Nuestro tiempo juntos ha sido un regalo preciado que atesoraré para siempre.

Te deseo todo lo mejor en tu camino, y que encuentres la felicidad que mereces.

Con amor y gratitud.